domingo, 28 de junio de 2015

OBRAS PERDIDAS-CATEDRAL DE SEVILLA

CATEDRAL DE SEVILLA
EL NACIMIENTO DE LA VIRGEN
BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO




1660. Oleo sobre lienzo.

medidas:185*165 cms

Museo del Louvre, Paris (Francia)

El mariscal francés se prendó del San Antonio con el Niño que decoraba el altar de la capilla de San Antonio de la catedral de Sevilla y quiso llevarse el lienzo a Francia. El Cabildo catedralicio consiguió persuadirle y le ofreció a cambio este Nacimiento de la Virgen que Murillo pintó para la Capilla de la Concepción Grande de la catedral sevillana.Se trata de una de las obras más interesantes del pintor sevillano, inspirándose en la vida cotidiana para su ejecución. Excepto la presencia de los ángeles en la parte superior del lienzo no existe ninguna indicación más de que nos hallamos ante una escena religiosa. La figura de la recién nacida es el elemento central de la composición, sostenida en los brazos de las comadronas y rodeada de varias jóvenes. Una mujer de espaldas nos introduce en la escena, estableciendo un juego de diagonales cruzadas para organizar el grupo. De la figura de la Virgen emana un potente foco de luz que ilumina al grupo que la rodea pero que deja en semipenumbra a las figuras del fondo, envueltas en una atmósfera tenue que deja casi entre tinieblas a Santa Ana a la izquierda, incorporada en el lecho ante la presencia de San Joaquín y a las dos jóvenes de la derecha dos jóvenes que posiblemente calienten agua. Este juego de luces recuerda las obras de Rembrandt que posiblemente Murillo pudo contemplar en algunas colecciones sevillanas. Las tonalidades brillantes y la pincelada rápida hablan de la influencia de la escuela veneciana, posiblemente a través de Herrera el Mozo o del viaje realizado a Madrid donde Murillo pudo contemplar las colecciones reales donde Tiziano tenía un importante lugar. RubensVan Dyck y el propio Velázquez también serán importantes influencias para el artista sevillano.

jueves, 28 de mayo de 2015

OBRAS PERDIDAS-LA SERIE DE LA CARIDAD, MURILLO

OBRAS PÉRDIDAS 

Podría estimarse que son millares las obras que salieron definitivamente de España con el expolio francés en la Invasión Napoleónica. En un principio, la mayoria de estas obras pasaron por Francia pero alli quedaron una mínima parte, siendo finalmente victimas del voraz mercado europeo y quedando así distribuidas por toda la geografia mundial.
Desgraciadamente se ha podido recuperar muy poco.

HOSPITAL DE LA CARIDAD
SERIE DE LAS OBRAS DE MISERICORDIA
BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO

Por circunstancias históricas el nombre de Murillo irá siempre unido al de Nicolas Jean de Dieu Soult (1769-1851), mariscal del ejército francés que tuvo una especial obsesión por las obras del artista sevillano.
Como bien afirma el profesor Enrique Valdivieso en su artículo «El expolio de Sevilla durante la invasión francesa», el «ejemplo más determinante fue el saqueo de la iglesia del Hospital de la Santa Caridad, cuyo programa iconográfico se desmanteló por completo eliminando las intenciones de don Miguel de Mañara que venían a señalar que, para obtener la salvación eterna, los hermanos de esta institución habían de practicar las obras de misericordia». A lo que añade que «cuatro de las representaciones alegóricas que simbolizaban los actos de vestir al desnudo, dar posada al peregrino, redimir al cautivo y asistir a los enfermos fueron sustraídos por el mariscal Soult para integrarse en su propia colección exhibida en su domicilio en París». Tan solo dos obras de la serie de seis encargadas al pintor, se conservan en el lugar para el que fueron concebidas ( Abraham hace brotar agua de una roca y la multiplicación de los panes y los peces)



1) Curación del paralítico en la piscina probática



1668. Oleo sobre lienzo.

medidas:237*261 cms

National Gallery, Londres

La curación del paralítico representa la obra de misericordia de visitar y atender a los enfermos. Recoge un pasaje del Evangelio de San Juan (Cap. 5, 2) donde narra el momento en que durante la segunda estancia de Jesús en Jerusalén cura a un paralítico que no podía sumergirse en la piscina de Bezata.Las figuras principales se sitúan en la zona izquierda de la composición. Jesús aparece en el centro, dirigiendo su brazo al paralítico que aparece en el suelo, en una postura claramente escorzada. San Pedro, san Juan y otro apóstol no identificado acompañan a Cristo y dirigen su atenta mirada hacia el enfermo al que su maestro cura. Otros personajes dispuestos alrededor de la piscina completan la escena, apreciándose en primer plano un perro. En el cielo nuboso que cierra el conjunto podemos observar un ligero rompimiento de Gloria con un ángel rodeado de una aureola de luz dorada. Según el evangelio, ese ángel "descendía de tiempo en tiempo a la piscina; se agitaba el agua, y el primero que descendía después de agitarse el agua, era curado de cualquier enfermedad que tuviese". Una vez más, el maestro sevillano recoge a la perfección los gestos y actitudes de los personajes, dotando de naturalismo y espiritualidad al episodio.Murillo presenta la escena ante una admirable construcción arquitectónica de inspiración clásica, recogiendo la idea de la piscina con cinco pórticos a la que hace referencia el texto bíblico. La sensación de perspectiva que se consigue con esta arquitectura queda reforzada al emplear planos alternos de luz y sombra que también ayudan a crear un formidable efecto atmosférico, como había hecho Velázquez en Las Meninas.
En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: «¿Quieres quedar sano?» El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado.» Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar.» Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar. 


2) Regreso del Hijo Pródigo



1668. Oleo sobre lienzo.

medidas:236*262 cms

National Gallery, Washington
Compañero de la Curación del paralítico, este lienzo formaba también parte de la serie sobre las obras de misericordia que Murillo pintó para la iglesia del Hospital de la Caridad por encargo de don Miguel de Mañara. Con esta imagen se alude a la obra de vestir al desnudo. 
Se basa en la narración de la parábola del hijo pródigo que hace san Lucas en su Evangelio (Cap. 15, 22) centrándose en el final de la historia, cuando el hijo pródigo regresa a casa tras dilapidar su fortuna. El padre y los hermanos reciben al hijo con ternura y cariño y proceden a vestirle como se merece y alimentarle tras los sufrimientos pasados. Esa es la razón por la que en la escena contemplamos, en la zona de la derecha, a un hombre con ricos y elegantes atuendos sobre una bandeja, mientras que en el lateral izquierdo se coloca un niño tirando de una ternera, escena que contempla con simpatía un hombre que porta un hacha al hombro. El abrazo entre padre e hijo centra la composición, destacando la monumentalidad del progenitor. Tras ellos contemplamos a un grupo de personajes integrado por hijos y criados. La escena se desarrolla al aire libre, apreciándose un fondo arquitectónico monumental, diluyendo el fondo con una nube que apenas permite contemplar las edificaciones. Los planos de luz y sombra empleados para crear sensación de perspectiva también aumentan el efecto atmosférico, trabajando Murillo en un estilo muy similar a Velázquez y la escuela veneciana. Las tonalidades empleadas también refuerzan esa atmósfera, alternando tonos oscuros con claros y brillantes, como el amarillo de primer plano. 
Tampoco Murillo abandona en esta composición su interés por los gestos y las expresiones con las que consigue aumentar al mismo tiempo la teatralidad del asunto y la espiritualidad, obteniendo un resultado difícilmente superable. 
Dentro de una serie dedicada al hijo pródigo, el maestro sevillano retomó este tema pero no con la intensidad que se muestra en esta obra.
 Un hombre tenía dos hijos; el más joven de ellos dijo a su padre:
   - Padre, dame la parte de hacienda que me corresponde. Y les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo más joven, reuniéndolo todo, se fue a un país lejano y malgastó allí su fortuna viviendo lujuriosamente. Después de gastar todo, hubo una gran hambre en aquella región y él empezó a pasar necesidad. Fue y se puso a servir a un hombre de aquella región, el cual lo mandó a sus tierras a guardar cerdos; Le entraban ganas de saciarse con las algarrobas que comían los cerdos; y nadie se las daba, Recapacitando se dijo:
   - ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan abundante mientras yo aquí me muero de hambre! Me levantaré e iré a mi padre y le diré:
- Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros. Y levantándose se puso en camino hacia la casa de su padre.   Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y se compadeció; y corriendo a su encuentro, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Comenzó a decirle al hijo:
  - Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados:
  - Pronto, sacad el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo, y vamos a celebrarlo con un banquete; porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado. Y se pusieron a celebrarlo. El hijo mayor estaba en el campo; al volver y acercarse a casa oyó la música y los cantos y, llamando a uno de los criados, le preguntó qué pasaba. Éste le dijo:
  - Ha llegado tu hermano, y tu padre ha matado el ternero cebado por haberle recobrado sano. Se indignó y no quería entrar, pero su padre salió a convencerlo. Él replicó a su padre:
  - Mira cuántos años hace que te sirvo sin desobedecer ninguna orden tuya y nunca me has dado ni un cabrito para divertirme con mis amigos. Pero en cuanto ese hijo tuyo que devoró tu fortuna con meretrices, has hecho matar para él el ternero cebado. Pero él le respondió:
  - Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo; pero había que celebrarlo y alegrarse porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado. (Lucas 15, 11-32)



3) San Pedro Liberado por el Angel


1668. Oleo sobre lienzo.

medidas:237*261 cms

Museo del Hermitage, San Petersburgo


El Apóstol Pedro fue enviado por Herodes a prisión, de donde huye liberado por un ángel, quien, con su mano izquierda, le señala el camino aprovechando el sueño del carcelero (Hechos de los Apóstoles, 12). 

4) Abraham y Los Tres Ángeles


 

1668. Oleo sobre lienzo.

medidas:236*261 cms

Museo de Otawa, Canada

Según el Antiguo Testamento, el patriarca Abraham y su mujer Sara acogen a tres peregrinos que se habían acercado a su casa en Mambré, a quienes generosamente lavaron y dieron de comer. Éstos, se descubren en agradecimiento como los tres ángeles enviados por Dios que anuncian al anciano matrimonio el milagro de su próxima descendencia (Isaac), origen del pueblo de Israel (Génesis 18, 1-19). 




fuentes: www.artehistoria.com

viernes, 10 de abril de 2015

IGLESIA DE OMNIUM SANCTORUM

IGLESIA DE OMNIUM SANCTORUM




Construida justo tras la Conquista de la ciudad por Fernando III el Santo en 1249. Se trata de uno de los templos más antiguos de la ciudad así como su advocación demuestra una extraña pervivencia del latín en la actualidad. 
Se trata de un templo gótico mudéjar que se erigiria sobre los restos de una antigua mezquita almohade. De la época de construcción tan sólo conservaría la Fachada de los pies del templo asi como los muros. En 1356, bajo el reinado de Pedro I, sufre una importante renovación ya que quedó muy dañada con el terremoto de 1355. En este momento, se llevaría a cabo la construcción del Presbiterio gótico que consta de 2 tramos rectangulares y otro pentagonal. La cabecera de la iglesia se muestra soberbia al exterior con aparencia defensiva a base de gruesos contrafuertes entre los que se albergan ventanas góticas. 




También del momento es la construcción de su hermosa Torre mudéjar que se inspira de forma clara en la Giralda y a modo de imitación utiliza para su decoración los caracteristicos paños de Sebka.







Los avatares del templo no terminan aquí ya que sufrió, al igual que la mayoria de las iglesias de la zona, los embites de las turbas republicanas. En primer lugar en 1931 y luego en 1936. Precisamente fue el 18 de julio de 1936 una fecha fatidica para la historia de esta iglesia. El fuego asoló el templo llevándose consigo hasta las hermosas cubiertas de sus naves. Abrasó sus retablos, sus imágenes, las pinturas y los archivos convirtiendo la iglesia en una imagen desoladora. La valerosa ayuda de su párroco en el momento, D.Antonio Tineo Lara fue crucial al igual que la de su sacristán Francisco de la Plaza. Prediciendo lo que podia acontecer, supieron esconder las imágenes de valor que pudieron en la cripta del templo y en los altos y puestos del propio mercado vecino. La Virgen de Todos Los Santos fue escondida así como los titulares de la Cena que ya jamás regresaron al templo quedándose como sede en la Iglesia de Los Terceros. El párroco supo aglutinar una serie de obras de otras iglesias y conventos saqueados o quemados de toda la geografía de la provincia de Sevilla y así pudo traerse los Retablos de San José y San Antonio de Osuna, el Sagrado Corazón de Herrera, o algunas pinturas del siglo XVIII de Estepa y otras donadas generosamente por particulares. Finalmente la iglesia se puede reabrir a los fieles el día 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, del año 1940.
La restauración del templo fue un laborioso pero acertado proyecto del arquitecto Juan Talavera.
Se conservan algunas curiosas fotografias del lamentable estado en el que quedó el templo tras el incendio. Una de ellas se encuentra enmarcada en la propia Sacristia.



http://www.antonioburgos.com/abc/2009/02/re022809.html


El interior del templo se divide en 3 naves mediante arcos apuntados que apean sobre pilares cuadrangulares. El sistema de cubierta de madera de las naves recrea al original perdido de estilo mudéjar y es de par y nudillo en la nave central y colgadizo en las laterales.
El profundo presbiterio se cubre mediante bóvedas de nervaduras góticas en 2 tramos.En este sagrado espacio se encuentra la bellisima titular del templo: La Virgen de Todos los Santos (Omnium Santorum). Su advocación responde a las antiguas fórmulas del rezo del Rosario. A partir del s.XIV se impone invocar a los Santos durante o al final del rezo del Rosario. Fue Alain de la Roche quién extiende la costumbre de después de rezar los 150 avemarías se rezara a los Santos de cada particular devoción. El rezo del Rosario por tanto se dividiria en tres partes: la 1ª dedicada a la Encarnación de Dios, la 2ª a la Pasión y la 3ª a María Santisima y Todos los Santos.
La Virgen es una imagen mariana de gran calidad artistica encargada por la parroquia en 1554 al escultor flamenco, afincado en Sevilla, Roque Balduque.
Responde a la iconografia de Virgen conductora del Niño u Odegetria de fuentes bizantinas que se encuentra en actitud de caminar portando al Niño en su brazo para enseñarle a los fieles cúal es el verdadero camino de salvación y vida. La imagen es la titular de gloria de la Hermanda homónima que procesiona el sábado después justo a su festividad que se celebra el 1 de noviembre. A semejanza de las imágenes de gloria marianas porta el Cetro simbolizando su virtud de otorgar todas las Gracias así como una corona de 12 estrellas que simbolizan las 12 Tribus de Israel y una ráfaga alusoria a su Glorificación.
Esta excelsa talla mariana presenta además una ruptura con la acusada frontalidad para ser vista por el marcado giro o contrapposto del torso.
El profesor Hernández Díaz llegó a llamar al autor, Roque Balduque, el "imaginero de la Madre de Dios" por las versiones tan bellas que realizara en sus numerosos encargos y entre las que destacan La Virgen de la Granada de San Lorenzo, la Virgen del Amparo de la Magdalena o la Virgen de la Rosa de San Vicente.




El Baldaquino en donde se halla es obra de José Paz Campano de 1940 y sustituyó al anterior retablo de estuco que se perdió en el incendio. El nuevo se pudo costar gracias a las donaciones. Se inspira en los baldaquinos de las basilicas romanas y consta de 4 columnas gigantes salomónicas que sustentan un entablamento que a su vez es coronado por una cúpula sobre la que campea la escultura de San Miguel Arcángel del siglo XVIII y que fue traida de Estepa.



En el siglo XVIII a la Virgen se le añaden los Santos para completar su iconografía. Durante mucho tiempo se ha mantenido que el autor de éstos sería Cristóbal Ramos pero en los últimos años según el estudio que se ha llevado a cabo sobre las figuras muchos las acercan más al estilo del escultor Benito Hita del Castillo. Los Santos, dispuestos a los pies de la Virgen quedan divididos en dos grupos formados cada uno de ellos por 3 Santos en actitud orante y sobre una nebulosa. Los seis Santos vendrían a representar los distintos tipos de santos de la Iglesia:

* San José: Representa a los Santos Patriarcas
* San Lorenzo: Representa a los Santos Mártires
* San Basilio: Representa a los Santos Confesores

*San Pedro: Representa a los Santos Apóstoles
*Santo Domingo de Guzmán: Representa a los Santos Predicadores
*Santa Catalina de Alejandria: Representa a las Santas Vírgenes



A los lados las imágenes de San Joaquín y Santa Ana, fechables en el Siglo XIX.
Magnifico es también el Sagrario de plata realizado por Cayetano González




En la nave del Evangelio resaltar los arcosolios funerarios de los Guzmanes cuyas figuras de terracota de los yacentes fueron realizadas alrededor de 1474 por Mercadante de Bretaña. Parece que los destinados a este enterramiento serían el matrimonio formado por el 1er Sr de la Algaba don Juan de Guzmán y su esposa Doña Elvira de Guzmán y Aponte pero jamás estuvieron aqui enterrados. Los paneles cerámicos corresponden a distintas etapas que van desde el siglo XVI a 1940 en el que se reponen los perdidos tras el incendio. Representan a Santo Domingo, San Ramón Nonato y el escudo heráldico de los Guzmanes.


Algunas respisas nos encontramos en esta nave del Evangelio como la que tiene representados a San Francisco de Paula, Santa Apolonia y Santa Bárbara.
La siguiente Capilla es la de las Ánimas y la de los pies la Bautismal que originalmente perteneció a la Familia Cervantes. En ella estuvo depositado el famoso Pendón Verde, insignia de los almohades que fue sacada y enarbolada en la famosa rebelión del barrio de la Feria en 1521 tras una larga temporada de hambruna. El pueblo se amotina contra las autoridades que los oprime y finalmente acaban derrotados, ajusticiandose los cabecillas a los que se les corta la cabeza y se cuelgan en la Ventana del Palacio de los Marqueses vecino.
Este motín se denomina por ello del Pendón Verde.
Hoy en día esta capilla es sede de la Hermandad de los Javieres que se denomina Hermandad y Cofradia de Nazarenos del Santisimo Cristo de las Almas, María Santisima de Gracia y Amparo, María Inmaculada y San Francisco Javier. La hermandad se funda en la iglesia del Sagrado Corazón de los Padres Jesuitas de la calle Amor de Dios por un grupo de la Congregación de Maria que fundara el Padre Diez. Las Reglas serían aprobadas el 21 de junio de 1955. Muy pronto se va a caracterizar por la importante labor social que desarrollan para lo que fundan la conocida Ciudad de los Muchachos para acoger a los niños pobres, huérfanos o abandonados y que fue impulsada por el Padre Trenas que en la actualidad se tiene como el fundador de la hermandad.
El Crucificado es obra del imaginero gaditano José Pires Azcarraga, quien lo realiza en 1947 y la Virgen es obra de Jose Fernández Andes de 1936. La Virgen fue encargada por la Hermandad de San Roque por lo que tiene grabada en su espalda la advocación de Gracia. Al no quedarse con ella la hermandad, pasa a la iglesia del Sagrado Corazón y la corporación mariana de los Javieres la toma como titular para su cofradía. Procesionaria el Crucificado por 1ª vez en 1957 y la Virgen lo haría en 1969 acompañando en el paso al Señor. Saldría ya la Virgen sola bajo palio en 1980. Es la 1ª hermandad que tiene como hermano mayor a una mujer: Maruja Vilchez Trujillo.
Como cotitular desde 1999 tiene a la Inmaculada Concepción, advocación representada por la imagen de gran tamaño que se encuentra a los pies de la Iglesia. La talla estaría inspirada en la Inmaculada de Alonso Cano de la Iglesia de San Julián y fue realizada por Manuel Escamilla.
También reseñar la imagen de San Juan Evangelista cuya cabeza parece ser del siglo XVIII atribuida a José Montes de Oca y a la que se añadiria un cuerpo en el siglo XX por el imaginero Francisco Buiza.
A los pies de la nave de la Epistola se hallan los santos titulares de la hermandad del Carmen Doloroso. La hermandad se gesta en 1982 cuando un grupo de devotos sevillanos estaba cumpliendo el servicio militar en San Fernando, Cádiz, y deciden formar una hermandad para darle culto a la Virgen del Carmen en su advocación dolorosa. Una vez en Sevilla, el proyecto toma forma y la corporación se establece en el antiguo Hospital de la Misericordia llevando a cabo importantes obras asistenciales en colaboración con los hermanos de San Juan de Dios y con las Filipenses de Santa Isabel. En 1984 se bendice la imagen mariana,obra del discipulo de Buiza, Francisco Berlanga y en 1987  se trasladarian a su actual sede.  En 1988 saldria por 1ª vez procesionalmente con las andas y candeleria cedida por la Hermandad del Gran Poder de Camas. Acompañando la comitiva iria el Comandante militar de la Marina y una representación de la misma. En 1990 se bendice el titular, el Señor de la Paz, obra de José Reyes, discipulo de Dubé de Luque y a partir de 1997 se iria completando el Misterio de las Negaciones de Pedro en el que se representa la iconografia con Jesus maniatado que fija su mirada en Pedro que le niega en 3 ocasiones ante la presencia de José de Arimatea, un judío y 2 sayones romanos.
En el muro adosados los Retablos de San Antonio procedente de Osuna y del siglo XVIII y de San José de 1760. 
En la cabecera, la magnifica talla del Crucificado advocado de la Buena Muerte fechable en el siglo XVI.










martes, 7 de abril de 2015

CONVENTO DE LAS TERESAS

CONVENTO DE LAS TERESAS


Santa Teresa llegó a Sevilla un 26 de mayo de 1575 después de un largo y dificultoso viaje, con los primeros rigores del verano sevillano y enferma... estas dificultades no le abandonaron en toda su estancia en la ciudad.
Sevilla en aquel tiempo vivia su época de esplendor, era una de las ciudades más populosas del mundo, Puerto y Puerta de Indias y además de la Catedral, contaba con más de 30 parroquias, 100 hospitales y el establecimiento representativo de todas las órdenes religiosas. 


Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada nace en Ávila en 1515. Contaba con 12 hermanos, 2 de los cúales eran de un matrimonio anterior de su padre.
Desde pequeña gozó (como ella misma cuenta en su libro de su vida) de una imaginación vehemente y apasionada. El ejemplo lo vemos cuando decide de pequeña convertirse en mártir junto a su hermano Rodrigo. Para ello deciden irse a pedir limosna a territorrios de infieles de forma que fueran apresados y martirizados. Finalmente son encontrados por su tio sin que les pase nada. Cambia por lo tanto esa idea por la de convertirse en ermitaña para lo que se construye una especie de ermita en los jardines de su casa en donde llevar a cabo una vida de oración.

"En una huerta que había en casa, procurábamos como podíamos, hacer ermitas, poniendo unas piedrecitas, que luego se nos caían, y así no hallábamos remedio en nada para nuestro deseo... Hacía (yo) limosna como podía, y podía poco. Procuraba soledad para rezar mis devociones, que eran hartas, en especial el rosario...Gustaba (yo) mucho cuando jugaba con otras niñas, hacer monasterios como que éramos monjas".

Su vocación por tanto no es fruto de la casualidad. Desde joven fue muy espiritual y el deseo de ingresar como religiosa en un convento lo expresa a su padre en varias ocasiones durante su juventud. Ante la negativa paterna, decide esperar a la mayoría de edad. Una vez que la cumple, vuelve a hacer participe a su padre de su ansiado deseo pero de nuevo se encuentra con su desaprobación por lo que decide fugarse de casa e ingresa en el Convento Carmelita de la Encarnación el 3 de noviembre de 1533. Un año más tarde ya es profesa
(4 nov de 1534)

A partir de profesar su vida cambia, comienza a sufrir muchas debilidades fisicas y cae enferma. Sufre mareos, vómitos, cardiopatías y muchas dolencias. Se agrava tanto su salud, que su padre decide llevarséla a Castellanos de la Cañada junto a su hermana, una pequeña aldea retirada que le ofrecia una mejor oportunidad para su mejoría. Alli permanecería más de un año en el que también protagonizaria otras hazañas como la de convertir a un clérigo que vivia en concubinato. En 1536 regresaria de nuevo al Convento. 
El Domingo de Ramos de 1537 sufre un paroxismo que le duraría 4 días y que le dejaría paralitica durante dos años. A partir de 1539 sufre una milagrosa mejoría. Su salud se revitaliza y vuelve a caminar. Comenzaría su etapa de mayor actividad en la que su objetivo principal fue la reforma de la Orden Carmelita. Al regresar al convento, Teresa se encuentra con una nutrida comunidad formada por más de 200 monjas. Todas viven en completa libertad, pueden salir y entrar, recibir numerosas visitas, comer lo que les apetezca, dormir en amplias camas en habitaciones con buenas vistas, vestir el hábito adornado... todo lejos de las reglas fundacionales de la Orden del s.XII cuyo modelo de vida eran los primeros eremitas que se establecieron en ayuno y oración en el Monte Carmelo a imitación del Profeta Elías.
En su deseo de reforma, Teresa tuvo el apoyo de destacadas personalidades de la época como San Francisco de Borja, San Luis Beltrán o San Pedro de Alcántara. Mucho trabajo y lucha tuvo Teresa para poder fundar su primer convento de la Orden ya reformada por ella ya que la Bula Fundacional se hizo esperar. Finalmente lo logra en 1562. Así quedaría fundado el Convento de San José de la Orden descalza en Ávila. 
 

4 novicias tomaron allí el hábito y 4 años permaneció la Santa con ellas. El cambio fue grande: la comunidad de religiosas de la Orden Descalza tenía otras reglas: no podían salir, debían vivir en la más estricta clausura, sin apenas hablar, debía reinar el silencio entre los muros conventuales. Las hemosas vistas de las amplias habitaciones y sus cómodas camas fueron cambiadas por incómodos jergones en los suelos de las estrechas y oscuras celdas. Tampoco pudieron hacer disfrute de las copiosas comidas habituales en la Orden Calzada, ahora se imponia el ayuno durante ocho meses al año donde el pan y la fruta eran basicamente el alimento. La carne quedaba prohibida. Sus adornados hábitos pasaron a ser recios y austeros y su calzado unas simples sandalias de cuero o madera. Tanto sacrificio no pasó desapercibido por el pueblo. Poco a poco Teresa fue ganando enemigos...
El Padre Rossi, General de la Orden Carmelita la visita y queda impresionado del cambio hasta tal punto que le anima a hacer dos fundaciones más. Teresa además le hace saber su deseo de reforma de la Orden masculina para la que tiene elegido al responsable: San Juan de la Cruz, un joven fraile. San Juan de la Cruz y Santa Teresa se conocieron en Medina del Campo cuando ella contaba con 52 años y él con 24. Ella quedó convencida de las virtudes del joven por su responsabilidad pese a su juventud. Asi comenzó la larga andadura de fundaciones de la rama descalza carmelitana por todo el país.
Santa Teresa fue capaz de compaginar el gobierno de la Orden con los continuos viajes y estancias en otras ciudades, con la labor de vigilancia para que se cumplieran los requisitos estipulados y con la continua labor de escritura tanto de su biografía como de obras y poesía lirico mistica.
Fueron 17 fundaciones las que realiza Teresa en España.
El Convento de las Teresas es la 11ª fundación de la Santa.


A partir de los 40 años, Teresa sufre unas experiencias misticas sobrenaturales que describe en sus obras y que ha sido objeto de mucha controversia. Experiementaba la Santa un éxtasis de unión mistica con Dios.
Según el biografo francés Pierre Boudot en todas las páginas (del libro de su vida) se ven huellas de una pasión viva, de una franqueza conmovedora, y de un iluminismo consagrado por la fe de fieles. Todas sus revelaciones atestiguan que creía firmemente en una unión espiritual entre ella y Jesucristo; veía a Dios, la Virgen,  los Santos y los ángeles en todo su esplendor, y de lo alto recibia inspiraciones que aprovechaba para la disciplina de su vida interior.

" Vi a un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en froma corporal...no era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parece todos se abrasan...Veíale  en las manos un dardo de oro largo, y al fín del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y me llegaba hasta las entrañas: al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandisiomo dolor que no ha desear que se qite, ni se contanta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal, sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aún harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplieco yo a us bondad de déa gustar a quien pensare que miento... los días que duraba esto andaba como embobada, no quisiera ver ni hablar, sino abrasarme con mi pena, que para mí era mayor gloria, que cuantas hayan tomado lo criado."
                                                                         Vida de Santa Teresa, Cap. XXIX



Muere Teresa de Ávila el 15 de octubre de 1582 en el Convento de la Anunciación de Alba de Tormes, el último convento fundado por ella. Tras morir, deciden enterrarla en la iglesia del convento con el enojo del pueblo abulense que la reclama para ellos. Diez meses más tarde, deciden trasladar el cuerpo a su tierra natal, Ávila y para ello exhumaron el cuerpo con la sorpresa de encontrarlo totalmente incorrupto y las ropas podridas. La fama de santidad se acrecenta y sumado a los intereses que tenía el Duque de Alba porque el cuerpo se quede en Alba de Tormes, decide mover los hilos de su amistad con el Papa, quién acaba cediendo ante la petición. De nuevo, en el año 1588, el cuerpo incorrupto de Teresa de Jesús regresaría al convento de la Anunciación en Alba de Tormes donde reposaría en una urna de plata. Pocos años después  de su fallecimiento, comenzaria su proceso de canonización. El Papa Paulo V la beatifica en 1614 y en 1622 es canonizada por el Papa Gregorio XV. Más tarde sería nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de Salamanca y Patrona Perpetúa de la Villa de Alba de Tormes. En 1970 es nombrada Doctora de la Iglesia, caso único en una mujer en la Iglesia junto con Santa Catalina de Siena quien también tiene este distintivo.
Una vez depositada en Alba de Tormes se decide repartir reliquias del cuerpo para diferentes iglesias distribuidas por toda Europa. Así se le disecciona un brazo que pasa al convento carmelita de Ávila y el dedo meñique que se queda el Padre Gracián. El pie izquierdo y parte de la mandibula superior se hallan en Roma, el brazo izquierdo en Lisboa, un dedo en la Iglesia del Loreto de Paris, otro en Sanlúcar de Barrameda, el ojo izquierdo y la mano derecha están en Ronda. Precisamente esta mano fue la que el General Franco tuvo durante años como amuleto en su dormitorio y de la que se hacía acompañar en todos sus viajes.


Destacar sobre todo su faceta como escritora ya que Teresa de Jesús es una de las escritoras más universales de nuestra literatura. Cultivó la lirica mistica, sus versos son fáciles y apasionados. Entre sus obras destacar Camino a la Perfección, o Castillo Interior o Las Moradas así como el maravilloso legado de su Vida testimoniado en su obra cuyo original se encuentra en la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Teresa también cultivó muchisimo el género epistolar. Escribia numerosas cartas a diario donde contaba no sólo como era su proceso de reforma de la Orden y las Fundaciones sino también todo el devenir diario, las alegrias y las penas, sus apoyos y sus obstáculos. Se conservan unas 409 cartas manuscritas de la Santa. Los investigadores creen que pudo haber alrededor de 10.000. Muchas se perdieron por el devenir de los tiempos, otras convenientemente sacrificadas por lo comprometido del contenido ya que expresaba sus inquietudes sin cortapisas y podían acabar en malas manos, amén de las que se perdieron por el camino quizás debido al precario servicio de correos de la época. 


Teresa de Jesús conoció al Padre Juan Bautista Rubeo, General de la Orden Carmelita en España en 1567, en una escala que hizo en Ávila el Padre del viaje pastoral que llevaba a cabo por la Peninsula. Entre las numerosas conversaciones que tuvieron, el Padre le muestra su satisfacción por la reforma emprendida por Teresa y le comenta que los Carmelitas más díscolos y dificiles eran sin duda alguna los andaluces.