EL SANTUARIO DE LOS REMEDIOS DE OLVERA (CÁDIZ)
La historia del Santuario de la Patrona de Olvera, también conocida como la Virgen de las Cien Sierras por lo extendida que está su devoción en la comarca,se remonta a la etapa final de la conquista cristiana de la localidad. Olvera, conocida bajo dominio islámico como Wubira, sucumbió tras varios intentos fallidos de conquista, con su castillo almohade y cerca del siglo XII, a las tropas cristianas del rey Alfonso XI en el 1327 abriéndose una cuña en la serranía todavia dominada en su totalidad por los nazaríes. Comenzaría a partir de esa fecha la repoblación cristiana de la villa para la cúal, el rey otorgó una serie de atractivos privilegios a los cristianos que se establecieran en aquella recién conquistada tierra. Se basaban fundamentalmente en condonarles las deudas o penas de prisión si al menos permanecían en la villa durante 1 año y 1 día con lo arriesgada que se presentaba aquella situación al tener que vivir en un lugar fronterizo asediado por los moros. Una vez conquistada Antequera en 1412, los monjes trinitarios llegan a Olvera y traen consigo la devoción a la Virgen que en un primer momento estaría en la iglesia del pueblo y más tarde, pasaría a una ermita a las afueras. Esta primera ermita se conoció como la de Caño Santo y en ella establecieron los monjes una especie de hospederia para atender a los cristianos cautivos. Durante el siglo XVII la ermita quedaria regentada por una comunidad ermitaña y se construiria el actúal santuario. En 1715 tras un largo periodo de sequia que trajo consigo terribles consecuencias en la agricultura y ganaderia de la comarca, el pueblo decide pedir en rogativa a la Virgen para que enviase la lluvia. Es por ello, que se reúnen en Cabildo las autoridades eclesiásticas y los representantes del pueblo para determinar trasladar a la Virgen hasta la localidad y llevar a cabo una serie de cultos y festividades en honor a su Virgen de los Remedios para que obrase el milagro. Tras la estancia durante algunos días de la imagen en la localidad, la trasladan de nuevo al Santuario en la octava después del Domingo de Resurrección y milagrosamente comenzó a llover en los campos. A partir de ese 8 de abril de 1715, año tras año, se conmemora el hecho mediante una Romeria en la que la Virgen de nuevo se traslada al pueblo. Ese dia es el 2º lunes después del Domingo de Resurreción y se conoce como el Lunes de Quasimodo. Tras la desamortización de 1835 el Santuario pasaría a manos de capellanes.
El Santuario es una construcción barroca, sobria que cuenta con un hermoso patio encalado que fue remodelado en 1918. La iglesia, de una sola nave, cuenta con dos capillas laterales y se cubre mediante bóvedas de medio cañón. En el Retablo se alberga la Virgen de los Remedios que es una talla que aún posee resavios goticitas en el rostro. Pese a que la tradición la sitúa en el s. XV, parece una imagen propia del siglo XVII-XVIII. La imagen original podría haber sido una imagen sedente que se readaptó respondiendo a los gustos imperantes en el siglo XVIII. En la actualidad, se trata de una Virgen de pie con el cetro en la mano derecha mientras que con la izquierda sostiene al Niño Jesús, fechable en el siglo XVII. Viste con manto regio rojo y una mantilla le cubre la cabeza y deja entrever la cabellera natural. Asimismo, cuenta con la media luna a los pies y con la Ráfaga caracteristica de las imagenes de gloria.
En el acceso al Camarín se encuentran numerosos exvotos. Una de las costumbres más habituales en la zona era cuando los olvereños nada más terminar el servicio militar, iban a darle las gracias a su patrona y le hacían entrega del uniforme utilizado en la milicia. Hoy en dia que no existe el servicio militar, los lugareños tienen la costumbre de presentar sus adquisiciones (sobre todo los coches nuevos) a la imagen.
La Virgen fue coronada canónicamente en 1966 por el Arzobispo Bueno Monreal.
Se estima que el Santuario tiene unas 300.000 visitas al año.